Guardianes del bosque

Todo empezó por una gran indignación. Ver que su pueblo estaba siendo devastado, los hizo movilizarse, actuar, levantar la voz… cuidar de sus bosques.

El Grupo Ecologista El Roble es una asociación civil que se dedica a vigilar y proteger los bosques de Juanacatlán de amenazas como la cacería furtiva, los incendios y la urbanización.

Éstos bosque se puede considerar como unos de los pulmones más importantes de la Zona Metropolitana de Guadalajara, pero es desconocido por los citadinos y está olvidado por las instituciones y los gobiernos, más no así por esta asociación civil.

“Queremos mucho a nuestra tierra, crecimos en un Juanacatlán que era muy natural y hemos visto como se ha venido terminando todo, por eso nos interesa aportar, vigilar para que no siga la devastación”, explica Pedro De Anda, líder del Grupo Ecologista El Roble.

“Tenemos el registro como Asociación Civil en 1988, pero desde antes ya andábamos haciendo trabajos. Lo fundamos yo y otras personas, como Enrique Cárdenas Padilla, porque nos empezó a inquietar la devastación, por cuestiones agrícolas, quemas, cacería furtiva cuestiones salvajes e ingratas, masacres de venados, de jabalíes”.

El Roble es una asociación civil registrada por PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) institución que los ha apoyado con herramienta y en ocasiones con empleo temporal, pero sus miembros, que son más de 40, ponen muchas de las veces de su dinero para continuar con la lucha de cuidar los bosques.

“Durante todo este tiempo hemos hecho muchas denuncias, subimos a los cerros a estar observando y muchas veces nos quedamos a dormir allá. Nos movemos al Papantón, el Tilo y el Molino. Somos como 40 personas ellos y invitan a más personas, vamos en bola, a veces hacemos recorridos, hay muy buena voluntad, tenemos muchos profesores como el dentista Víctor Martínez, con una buena disposición”, afirma Pedro de Anda.

El diagnóstico del ecologista sobre los bosques de Juanacatlán es de que hay mucha devastación, ahora por quemas agrícolas y construcción de casas, aunado al macrolibramiento que partió en dos al municipio.

“Las trabas, principalmente nos las ha dado la misma sociedad, mis cultivos los han agredido, les han echado químicos, me lo quemaron, por maldad, en represalia por acciones que hacemos. Eso no me desmotiva, varios de nosotros no confiamos en el Gobierno, pero la gente nos señala, nos dice: ‘¿y esos qué? Ahí andan de tal por cual y ni les pagan, argüenderos..pero sabemos que la sociedad e así, nosotros vamos a continuar con la lucha”, finaliza.

FRASES

Nos empezó a inquietar la devastación, por cuestiones agrícolas, quemas, cacería furtiva cuestiones salvajes e ingratas”

“Juanacatlán era muy natural vivíamos de la naturaleza, sencillamente, no nos preocupábamos por la comida, del garrafón del agua, cultivábamos lo que nos comíamos”

Pedro De Anda Suárez

SE SUMAN…Más de 40 personas forman parte de esta asociación civil.

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