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Encuentran metales pesados en El Salto y Juanacatlán

El estudio se realizó en 27 zonas de Juanacatlán y El Salto, midió la presencia de arsénico, mercurio, plomo y bacterias de carácter intrahospitalario.
Encuentran metales pesados en El Salto y Juanacatlán

Metales pesados y bacterias de hospitales fueron localizados en el aire que respiran los habitantes de Juanacatlán y El Salto, reveló un estudio realizado por Graciela González Torres.

Estos contaminantes ponen en riesgo la salud de los habitantes de estas localidades, los metales pesados podrían dañar el hígado, los riñones y hasta el cerebro, mientras que las bacterias hospitalarias producen enfermedades como faringitis, neumonía, infecciones en la piel y ojos con conjuntivitis.

El estudio se realizó en 27 zonas de Juanacatlán y El Salto, midió la presencia de arsénico, mercurio, plomo y bacterias de carácter intrahospitalario. Graciela González refiere que en por lo menos 25 puntos había presencia de sustancias como arsénico, mercurio y plomo.

Algunas de las muestras fueron tomadas en las colonias Obrera, Infonativ, La Mesa, el Centro y en algunas escuelas.

Aunque los metales y baterías fueron encontrados en el suelo, la investigadora refiere que la cascada de El Salto dispersa por el aire los contaminantes que se encuentran en el agua, afirma que antes de caer al suelo se encontraban en el aire.

“Encontramos, en primer término, arsénico, en un promedio de 51% de la muestra; enseguida encontramos cadmio (metal), mercurio, plomo, níquel y zinc. Ese fue el orden de presencia según el porcentaje de peso atómico”, explicó Graciela González Torres, egresada de la maestría en Salud Ambiental del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), que realizó el estudio.

“Nos llamó la atención que la pseudomonas está presente en los 25 puntos estudiados, y con un promedio de cuatro a ocho bacterias detectadas por metro cúbico de aire. Eso nos pone en una vulnerabilidad, pues esta bacteria, junto con la klebsiella, se encuentran dentro de los hospitales y no tendrían que estar diseminadas en el ambiente en las cantidades en las que se encontró”, indicó González Torres.

El investigador y codirector de la investigación, Felipe Lozano Kasten, explica que “el agua del río se evapora y dispersa los contaminantes, cuando la cascada cae, el agua vaporiza y ese vapor lleva las partículas o los contaminantes que ahora viajan por el aire a la población o hacia zonas periféricas a la cascada”.

Lo que más sorprendió a los investigadores es la cantidad de bacterias que están diseminadas en el ambiente entre cuatro y ocho por metro cúbico de aire y que pone en vulnerabilidad a las personas.

Los investigadores alertan que los habitantes de El Salto y Juanacatlán además de ser vulnerables por la contaminación del río Santiago que cruza cerca de las calles donde viven, ahora respiran aire contaminado con metales pesados, pesticidas y están expuestos a bacterias patógenas.