Grandes retos

RUMBO AL 1 DE JULIO

¿Qué le duele a El Salto?

El equipo Editorial de La Cascada, en conjunto con líderes de opinión y lectores, seleccionaron los cinco temas principales que deben de tratar los candidatos a la alcaldía, y que se deben de convertir en ejes de acciones primordiales para el próximo Gobierno

DESABASTO DE AGUA POTABLE

El desabasto de agua potable, sobre todo en la Cabecera Municipal de El Salto y Fraccionamientos ha sido una de las más grandes demandas de los pobladores durante los últimos 10 años.

Infraestructura obsoleta, sobre explotación de los acuíferos y mala planeación son algunas de las causas del ya grave problema, que en algunos sitios es de meses la falta de agua, y su suministro es a través de pipas que ellos mismos pagan.

Algunas familias de clase media y baja sufren por el vital líquido y cada pipa se las venden hasta en 400 pesos, por lo que afecta de manera importante sus finanzas personales.

Según el actual alcalde, Marcos Godínez Montes, la principal razón por la que El Salto sufre del desabasto es porque en la Cabecera la infraestructura para llevar agua es obsoleta, lo que provoca muchas fugas y falta de conectividad a todas las colonias.

En otros casos, en las colonias nuevas y Fraccionamientos, no se han construido con una adecuada planeación.

El Salto ha crecido al doble en su población en los últimos 15 años y la infraestructura para darle agua a todos, no ha crecido al mismo ritmo.

A esto, se le debe aunar la gran cantidad de población fluctuante que hay en el municipio debido al corredor industrial, gente que no vive en El Salto, pero que consume ahí gran parte del agua que consume a diario.

Además, las fábricas del Corredor Industrial también requieren una gran cantidad de agua para producir. Muchas de ellas perforan sus propios pozos para abastecerse.

Candidatos a la alcaldía han hablado de opciones como: perforar más pozos o crear un sistema en el Cerro de la Cruz que bombié el agua.

INSEGURIDAD

La policía de El Salto es una de las instituciones con menos credibilidad y generador de confianza en el municipio, no de ahora, sino de hace varios años.

Sueldos bajos, falta de profesionalización y políticas públicas deficientes, han llevado a los habitantes del municipio a tener una percepción negativa de la seguridad.

Hace unos meses, vecinos de la colonia Los Laureles, ante la desesperación, se atrevieron a poner una lona que advertía a los maleantes: “RATEROS, si te agarramos robando no te vamos a remitir a las autoridades, te vamos a linchar”, se leía.

Los asaltos a casa habitación, robo de automóviles y autopartes y asaltos es lo que más perciben los habitantes de El Salto en cuanto a seguridad.

Pero más allá de los delitos que se cometen, en el ambiente hay una desconfianza generalizada por los elementos policiacos.

Algo que podría abonar positivamente para la profesionalización de los policías municipales sería el incremento de sueldo que contemplaba la homologación salarial a gendarmes de la Zona Metropolitana de Guadalajara a 17 mil pesos mensuales.

Esto, sigue siendo parte del de la Agencia Metropolitana de Seguridad que no se ha desarrollado plenamente por asuntos políticos.

Queda claro, que como municipio metropolitano, El Salto ya no debería estar solo en la lucha contra la delincuencia, por lo que los retos de los próximos gobernantes serían la creación de políticas públicas para la prevención del delito, profesionalización de los gendarmes y pujar para recibir más apoyo de la Agencia Metropolitana.

INFRAESTRUCTURA / ORDENAMIENTO

El Salto duplicó su población en los últimos 10 años, debido a la proliferación de nuevos fraccionamientos con casas de interés social que se han construido en el municipio y al crecimiento de la mancha urbana de la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Muchos de estos fraccionamientos han crecido a la sombra de la irregularidad. Algunos de ellos, como La Azucena, carentes de servicios como agua potable, alcantarillado, transporte público e incluso con problemas de inundaciones en el temporal.

Incluso, los Industriales de El Salto, han alertado y pedido a las autoridades que paren la construcción de Fraccionamientos junto a las empresas, debido a los peligros que esto pudiera ocasionar.

El Salto, al ser un municipio conurbado y en expansión sufre en la actualidad de sus pecados del crecimiento desmedido y mal planeado.

Fraccionamientos y crecimiento de mancha urbana de la ZMG han creado cinturones irregulares y de marginación en el municipio.

No se ha hecho público un Plan de Desarrollo Integral que cubra las necesidades de las nuevas viviendas y de los que vivirán ahí.

Esto va relacionado con la carente infraestructura que existe en el municipio, con vialidades en mal estado y muchas de ellas aún de tierra o empedrados deficientes.

Incluso, hay voces dicen que la metropolización de El Salto le ha traído más prejuicios que beneficios al municipio, justamente por la presión de las constructoras de levantar fraccionamientos donde no se pueden otorgar los servicios básicos y aún alejadas de centros de trabajo, escuelas y servicios de salud.

CONTAMINACIÓN

El Salto y su vecino Juanacatlán han sido conocidos mundialmente por la grave contaminación que aqueja al Río Santiago.

Si bien es cierto que para solucionar el problema le deben entrar los Gobiernos Federal y Estatal, el municipio tiene un margen de acción importante que sin solucionar el problema de fondo, pueden mitigar los problemas en la sociedad.

Los Gobiernos de El Salto, junto con los otros municipios involucrados deben de cumplir con su labor de presión y gestión de recursos que puedan paliar este problema.

De primera instancia, al municipio le debe tocar la trituración del lirio que ayuda a que las aguas estancadas produzcan zancudos, que se ha convertido en un problema de salud pública en la localidad y de la cual, la Secretaría de Salud Jalisco no ha atendido.

Además, en la zona de Las Pintas, es recurrente los altos índices de IMECAS que se presentan, convirtiendo la zona en zona de contingencia atmosférica, por lo que el gobierno municipal podría incursionar en una red de monitoreo como lo hizo recientemente el gobierno de Tlajomulco.

La Presa de Las Pintas que fue también un lugar a espacio de recreación donde los habitantes solían ir de pesca hace más de 30 años, debe ser colocada en la agenda de los candidatos y gobiernos municipales.

El municipio debe de promover la construcción de plantas de tratamiento de aguas residuales para los hogares y evitar autorizar fraccionamientos que no cumplan con este requisito, además de revisar los permisos de micro empresas instaladas y señalar a las que estén contaminando.

DESARROLLO SOCIAL

Según el concepto de Desarrollo Social que hace el Banco Mundial es: se concentra en la necesidad de “poner a las personas en primer lugar” en los procesos de desarrollo… la pobreza no solo se trata de bajos ingresos sino que también se relaciona con vulnerabilidad, exclusión y aislamiento, instituciones que no asumen sus responsabilidades, falta de poder y agravamiento de la exposición a la violencia.

Tomando en cuenta eso, el próximo gobierno municipal de El Salto deberá de utilizar esta Dirección, no como un sistema asistencialista que condiciona votos, sino como un plan integral para combatir el rezago de miles de habitantes del municipio.

En El Salto, casi la mitad de los habitantes viven en pobreza multidimensional y tan sólo el 5 por ciento estudió una licenciatura y el promedio sus habitantes estudian hasta el segundo grado de Secundaria (Fuente INEGI).

El plan de desarrollo social debe de promover la inclusión, la cohesión, la capacidad de adaptación, la seguridad ciudadana y la rendición de cuentas como los principios operacionales; debe incluir a los pobres y excluidos en el proceso de desarrollo.

La prevención del delito debería ser uno de los ejes principales y la cohesión social.

Uno de los retos del próximo Gobierno es comunicar y contagiar a los ciudadanos de buenas prácticas. Concientizar sobre los problemas de la localidad y que los mismos participen en su solución.

No tendrá caso la implementación de políticas públicas, si el ciudadano no se siente inmiscuido y no hará nada por apoyarlas y en algunas casos, destruirá lo ya construido.