Patrimonio gastronómico de El Salto
Iniciaron vendiendo en las carreras de caballos, en el Niágara, en la quinta Río Grande, en las cuadras y en la confitería del Cine también llamado Río Grande.
En 1955 El Salto era un municipio joven, futbolero y textilero, había trabajo y un Río espectacular.
En aquel entonces se tenía la necesidad de crear una comida fácil de llevar a todos los rincones del pueblo y fue en ese momento en el que Don Rufino Carrero García y Doña Juanita Jiménez Ruán decidieron crear los hoy llamados “Tradicionales Tacos Carrero”.
Iniciaron vendiendo en las carreras de caballos, en el Niágara, en la quinta Río Grande, en las cuadras y en la confitería del Cine también llamado Río Grande.
“Fueron los primeros taqueros del municipio andando por todo el pueblo, los hijos eran los encargados de recorrer las calles del pueblo con un cajón y unas cabrillas de madera, ya que Don Rufino pasó a convertirse en el Comandante del pueblo”, cuenta Aluzyn Carrero, descendiente de la tradición.
“Siempre degustando el paladar de los saltenses para después instalarse en el mercado municipal afuera de la histórica farmacia de Don Lauro en contra esquina de la cantina de Chucho para de esta forma establecerse como los primeros comerciantes establecidos en esa equina del cuadro principal del municipio saltense la 5 de mayo en su cruce con Gómez Farías”
Hasta la fecha se pueden encontrar a las hermanas Martha y Carmen Carrero Jiménez en esa misma esquina todas las noches con el mismo sazón sin igual que los distingue.
En aquellos ayeres se decía: "Si quieres comer fino come tacos de con Don Rufino"
Seguramente, muchos saltenses que viven en el extranjero extrañan este sabor: blanditos enmolados y los doraditos… de picadillo, requesón, papas y frijoles que hacen de estos tacos sin dudar un patrimonio gastronómico municipal.
Información: Aluzyn Carrero
LEER EDICIÓN 45
