El infierno de ser joven y no privilegiado
He visto a las mejores mentes de mi generación trabajar en empleos miserables de 12 horas por 6 mil al mes. Los he visto pasar hambre y frio al madrugar para poder alcanzar el transporte público. Ajetreados por el sol de las 1 y la hora pico de las 3. Los he visto hacer el trabajo de sus jefes que ganan 5 veces más que ellos. Convirtiendo documentos, editando, imprimiendo, siendo creativos y obedientes; Pese a saber que su trabajo no será recompensado.
Los he visto callarse sus argumentos basados en la razón, para satisfacer personas y egos falsos traídos desde la ignorancia de un poder jerárquico más grande al subordinado.
Agachar la cabeza y aceptar el error. Aceptar los fallos como suyos al seguir instrucciones erróneas. Marcados como tontos y mediocres por seguir los pasos de la ignorancia del superior a los cuales son encadenados y sometidos. Subestimando su inteligencia por opiniones y mandatos absurdamente contradictorios. Aceptando la responsabilidad ajena. Ser explotado, pasar hambre, cortar sus alas y decir Gracias.
Los he visto buscando desesperadamente algo que ahogue la monotonía de los días. Que se trague de golpe la frustración, el cansancio y el estrés que quema y carcome la cabeza. Buscando una manera de quitar el cemento que inmoviliza y las cadenas que atan sus manos a un teclado de computadora y sus piernas a la silla de un escritorio. Bebiendo esperanza desesperadamente. Esperanza de obtener la llave de la oportunidad; brillante y lustrosa, que abre la puerta para poder escapar del círculo del infierno donde caíste por joven, inexperto y no privilegiado.
Cada hora se vuelven días, el tiempo párese disolverse y de repente te das cuenta que ya llevas más de un año, de un año en tu infierno personal.
Sobre la autora:
Karla Montes es una Joven Criminóloga apasionada por explorar la vida desde una perspectiva social, crítica y feminista.
Estudiante del CUCSH, combina su interés por la justicia con una profunda sensibilidad artística que encuentra su refugio en el cine, la poesía y la lectura.