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¿Descuido patrimonial?

¿Descuido patrimonial?

Recientemente ha sido retirado el baldaquino original del retablo principal de la Parroquia Madre Admirable, en El Salto, Jalisco.

Esta pieza, estaba sostenida por dos apoyos metálicos discretos que le daban una apariencia de “flotación”, realzada por una serie de teselas de madera decoradas con cruces. Su diseño, sobrio pero elegante, se integraba armónicamente con el estilo arquitectónico del templo, bajo la visión del presbítero e ingeniero Pedro Castellanos Lambley, quien estuvo a cargo del proyecto original de la construcción. 

El nuevo elemento que lo sustituye no solo rompe con la línea estilística de la parroquia, sino que parece desconocer el valor artístico y patrimonial del diseño original. Se trata de una estructura que representa un arco ojival, recurso visual ajeno al lenguaje arquitectónico modernista que caracteriza al templo desde su conclusión en 1945.

El cambio resulta disonante con el conjunto: el arco parece tener cierta influencia de los arcos fajones que sostienen la nave central del templo, y las columnas que lo acompañan, además de desproporcionadas, no respetan ni el estilo del edificio ni el del propio arco que soportan. Carecen del “éntasis” necesario para mejorar su apariencia y compensación óptica, generando un efecto estéticamente pobre y confuso. 

Hasta el momento no se ha informado si el baldaquino original –bendecido en su momento por el Cardenal José Garibi Rivera, junto con el retablo donde se encuentra la imagen de la Madre Admirable– será reinstalado o si su ausencia será definitiva. 

La omisión de información y la aparente falta de consulta con autoridades competentes en Arte Sacro generan inquietud entre quienes valoran el patrimonio arquitectónico y artístico de la comunidad. El diseño original no solo era coherente con la propuesta estética de Pedro Castellanos, uno de los máximos exponentes de la llamada “Escuela Tapatía de Arquitectura”, sino que también constituía un símbolo de identidad para los fieles y visitantes de la parroquia. 

Esta construcción no sólo es un espacio de culto, sino también una obra significativa del patrimonio cultural de Jalisco. Las intervenciones sobre su estructura deben ser cuidadosamente valoradas y guiadas por principios de conservación patrimonial, evitando decisiones que afecten la integridad de un bien cultural tan valioso para la comunidad de El Salto. 

Sobre el autor:

Bernardo Camacho Ornelas es arquitecto, habitante de Juanacatlán.

Cronista, apasionado por la preservación del patrimonio histórico y arquitectónico.