Día Mundial del Medio Ambiente: la lucha de El Salto y Juanacatlán contra la contaminación del Río Santiago
El Día Mundial del Medio Ambiente representa una oportunidad para exigir respuestas concretas.

Cada año, el 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, una fecha que invita a reflexionar sobre los retos ecológicos que enfrenta el planeta.
En México, uno de los casos más urgentes es la contaminación del Río Santiago, un problema que afecta profundamente a las comunidades de El Salto y Juanacatlán, donde sus habitantes enfrentan consecuencias ambientales y de salud alarmantes.
El Río Santiago, ha sido testigo del desarrollo industrial y urbano. Sin embargo, ese crecimiento ha venido acompañado de una devastadora contaminación. Descargas de residuos tóxicos, aguas negras y desechos industriales han convertido lo que alguna vez fue un río vibrante en una fuente de riesgo para la vida de quienes habitan en sus márgenes.
En El Salto y Juanacatlán, el impacto es tangible. La población ha reportado casos de enfermedades respiratorias, problemas dérmicos y afectaciones graves a órganos internos, en especial a los riñones, atribuidas a la exposición a contaminantes en el agua y el aire. Estudios ambientales han revelado concentraciones de metales pesados y sustancias químicas altamente peligrosas en el río, señalando una crisis que sigue sin una solución definitiva.
Organizaciones civiles, activistas y científicos han trabajado para visibilizar la problemática y exigir soluciones a las autoridades. Las protestas, las investigaciones y los llamados a la acción han sido constantes.
El Día Mundial del Medio Ambiente representa una oportunidad para exigir respuestas concretas. La recuperación del Río Santiago no solo es una cuestión ecológica, sino también un asunto de justicia social y derechos humanos. Es imperativo que el gobierno implemente medidas efectivas de saneamiento, regule las descargas industriales y garantice condiciones de vida dignas para la población afectada.
En este día, la voz de El Salto y Juanacatlán resuena con fuerza, recordándonos que la crisis ambiental no es un problema lejano, sino una realidad que exige acción inmediata. La esperanza radica en la unión de la ciudadanía, la ciencia y el activismo para lograr un cambio real.
El Río Santiago aún puede sanar. Pero para ello, es necesario que la lucha por el medio ambiente sea más que una fecha conmemorativa: debe ser un compromiso permanente.
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