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Zapotlanejo decrece en su población

Zapotlanejo, en cambio, inicia una tendencia a la baja:
Zapotlanejo decrece en su población

¿Qué está pasando con la población en El Salto, Juanacatlán y Zapotlanejo? 

Entre 1990 y 2040, El Salto crecerá más de 1,000%, y Juanacatlán más del triple. Mientras tanto, Zapotlanejo ya muestra una preocupante tendencia a la baja. 

Este cambio poblacional trae consigo grandes desafíos: más personas exigen más agua, vivienda, transporte y servicios públicos… pero estos no crecen al mismo ritmo. La escasez de agua en El Salto y Juanacatlán ya es un ejemplo de lo que puede pasar si no se planifica. 

Este análisis fue elaborado por el Mtro. Ramiro Corona, analista de datos de La Cascada, con datos del IIEG Jalisco. 

¿Y en tu municipio? ¿Está creciendo o perdiendo población? 

En los últimos años, los municipios de El Salto y Juanacatlán han visto crecer su población a un ritmo acelerado, mientras que Zapotlanejo comienza a experimentar una ligera disminución. Esta transformación demográfica, que abarca desde 1990 hasta proyecciones para el año 2040, está generando nuevas presiones sobre servicios públicos como el agua potable, el drenaje, la recolección de basura y la planeación del territorio. 

De acuerdo con datos del Instituto de Información Estadística y Geográfica (IIEG) de Jalisco, analizados por el Mtro. Ramiro Corona, analista de datos de La Cascada, El Salto presenta el crecimiento más notable, con un incremento poblacional de 1,045%, pasando de poco más de 41 mil habitantes en 1990 a casi 476 mil en 2040. Le sigue Juanacatlán, con un crecimiento del 345%, mientras que Zapotlanejo muestra un aumento más moderado de 41.5% en el mismo periodo. 

A partir de 2025, las tendencias se hacen más claras: 

  • El Salto continúa con una fuerte tendencia al alza, sumando cerca de 10 mil nuevos habitantes cada año, lo que implica una creciente demanda de servicios públicos. 
  • Juanacatlán mantiene una curva ascendente, aunque más moderada, consolidándose como una zona en crecimiento que podría requerir nuevas infraestructuras en salud, educación y transporte. 
  • Zapotlanejo, en cambio, inicia una tendencia a la baja: su población proyectada disminuye año con año a partir de 2025, lo cual podría tener implicaciones importantes en la economía local y la oferta de servicios. 

El análisis en entre hombres y mujeres mostró lo siguiente: 

El análisis muestra que la población femenina ha mantenido un crecimiento sostenido en los municipios de El Salto y Juanacatlán, reflejando un patrón de expansión proporcional al total de habitantes. En El Salto, las mujeres pasarán de poco más de 20 mil en 1990 a más de 230 mil en 2040, mientras que en Juanacatlán crecerán de poco más de 5 mil a más de 23 mil. En cambio, en Zapotlanejo, la población femenina muestra una tendencia descendente a partir de 2015, con una proyección que la sitúa por debajo de las 30 mil mujeres en 2040, lo cual podría tener efectos en la estructura demográfica, servicios de salud sexual y reproductiva, y en la composición de hogares. 

 En los tres municipios se observa un comportamiento similar al de las mujeres, con un crecimiento constante en El Salto y Juanacatlán, y una reducción progresiva en Zapotlanejo. La población masculina en El Salto, por ejemplo, se multiplica más de diez veces entre 1990 y 2040, pasando de poco más de 20 mil a más de 240 mil hombres. En Juanacatlán, los hombres crecen de poco más de 5 mil a más de 24 mil. En contraste, Zapotlanejo experimenta un retroceso sostenido desde mediados de la década de 2010, con una proyección de poco menos de 30 mil hombres en 2040, lo que podría impactar en la fuerza laboral local y en la demanda de servicios públicos enfocados a este grupo. 

 

Conclusiones  

“El crecimiento no sólo es una cifra; implica que los Gobiernos Locales desarrollen políticas y soluciones, porque habrá más personas demandando agua, alimentación, transporte, vivienda, educación, seguridad y sabemos que los servicios municipales no crecen al mismo ritmo, la escaces del agua es un claro ejemplo en El Salto y Juanacatlán”, explica el Mtro. Ramiro.  

El fenómeno del crecimiento poblacional desordenado se percibe en la saturación de vialidades, en la dificultad para acceder a servicios públicos eficientes y en la expansión desordenada de zonas urbanas que muchas veces carecen de infraestructura básica. 

Para las autoridades locales, el reto será garantizar que este crecimiento se atienda con una planeación urbana sostenible, que piense en el bienestar de quienes ya viven en estos municipios y de quienes seguirán llegando. Más allá de los números, se trata de asegurar una vida digna, ordenada y con servicios de calidad para todas y todos.