Pueblo lleno de tradiciones y costumbres

Viajando al norte de Juanacatlán se encuentra la localidad de San Antonio Juanacaxtle; un pequeño pueblo que por la distancia que retira éste con el centro del municipio, se ha distinguido por una serie de tradiciones y costumbres que lo han convertido en un atractivo lugar.

Juanacaxtle, cuyo nombre nace a partir del árbol del mismo nombre, surge como una ranchería dentro del entonces pueblo de indios de Juanacatlán. Las tierras que lo ocupaban eran parte de las encomiendas reales que la Audiencia de la Nueva Galicia otorgaba para la repartición de naturales.

A finales del siglo XVIII, el obispo de Guadalajara Juan Cruz Ruiz de Cabañas tomó posesión de la mitra comenzando una serie de labores para el bien de la población, siendo el hospicio su proyecto más reconocido.

Para asegurar el mantenimiento de esta construcción, Cabañas adquirió diversas tierras para cultivo y crianza de ganado; de dichas propiedades se obtendría el alimento para el hospicio y todo recurso económico para el hospital de Belén.

Compró las haciendas de Santa Rosa, San José del Salitre, Miraflores, Zapotlanejo y el rancho de Juanacaxtle. En este último se construyeron -a diferencia de Miraflores y Zapotlanejo que eran de mayor extensión- almacenes de trigo, trapiches y una casa para el administrador del lugar. El costo del rancho para 1838 suponía a ser de 3000 pesos.

Con la desamortización de los bienes de la Iglesia en 1856 Juanacaxtle dejó de ser propiedad del hospicio y entró en venta, fraccionándose posteriormente para formar la estancia de la Aurora.

En la primera década del siglo XX, comenzó a poblarse por gente de Zapotlanejo y Tepatitlán, poblaciones cercanas al trayecto que conducía el camino Real por el norte. En 1914 se levantó una capilla que posteriormente fue reconstruida para formar el actual templo, otorgando el nombramiento como santo patrono a San Antonio; cuya escultura fue traída del templo advocado al mismo santo en Tepatitlán.

Juanacaxtle es un lugar que se ha manifestado en diversas situaciones culturales, convirtiéndose en un sitio de descanso y recreo para las familias de Juanacatlán y para todo aquel visitante que quiera disfrutar de la cálida bienvenida de este histórico pueblo.

SE CONSERVA….La antigua casa del administrador del rancho o casco viejo aún se conserva y data de a finales del Siglo 18

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