Casas deshabitadas, casas problemas

En México existen alrededor de 500 mil viviendas abandonadas o invadida, principalmente en fraccionamientos de interés social, y las consecuencias negativas de este fenómeno alcanza a por lo menos ocho millones de habitantes.

El Salto y Juanacatlán sufren de este problema en Fraccionamientos como La Azucena, Las Lilas, Lomas de El Salto y El Faro.

Esta cantidad de vivienda abandonada o invadida es consecuencia de las carteras vencidas del Infonavit y de la banca privada o que el fraccionador nunca logró vender la totalidad de las casas, además de la falta de servicios básicos, la mala conectividad con los centros urbanos, la migración y la inseguridad que provoca el abandono de las mismas.

Destaca el deterioro económico para todas las administraciones de gobierno, quienes no miden consecuencias al autorizar la construcción de nuevos fraccionamientos y esto va en deterioro en los gastos de ocupación en servicios públicos, los cuales se incrementan hasta en 23% que a final de cuentas no se recupera con el impuesto predial.

Por tal motivo es importante implementar medidas físicas, sociales, económicas y ambientales a largo plazo probadas ya en procesos de éxito de recuperación de zonas urbanas.

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Las mejores propuestas son en espacios interiores, públicos, de infraestructura urbana, servicios como el transporte público o la gestión de la basura, equipamientos a escuelas, y centros de salud, entre otros.

Las acciones ambientales puede ser la instalación y mantenimiento de árboles, huertos urbanos o viveros, gestión de los residuos sólidos, del agua, y preservación de áreas verdes.

El año pasado, el El Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) detectó 654,000 viviendas abandonadas en todo el país, por lo que anunció que ya trabaja en un programa de recuperación en colaboración con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).

Estos inmuebles quedaron deshabitados debido a que los derechohabientes no pudieron pagarlos o porque estaban demasiado alejados de los centros urbanos. Al cierre de 2018, el Instituto contabilizaban cerca de 60,000 créditos en estas condiciones. Sin embargo, se estima que podría haber más de cinco millones de casas con esta problemática en el país.

Además, al recuperar vivienda abandonada, miles de familias estarían en posibilidad de percibir un efecto positivo en cuanto al valor patrimonial de sus viviendas, estimado en promedio al año, en 11 mil 387 millones 700 mil pesos en su conjunto, según cálculos de la ARU.

Atender el problema del abandono de la vivienda es prioritario para regresar a las familias el valor de su patrimonio, mismo que se deteriora aproximadamente de 6 a 9% cada año en su valor de mercado.