Peligra por aguacate la mariposa monarca

Las colinas volcánicas se llenan de nubes de mariposas monarca, que regresan cada año para su migración. Pero cuesta abajo, en los bosques que rodean al pequeño poblado agrícola de Aputzio de Juárez, acecha una nueva amenaza para su hábitat invernal: la voracidad por cultivar los aguacates que se consumen a tasas sin precedentes en Estados Unidos.

 

Campesinos en el Estado de Michoacán, en la parte occidental de México, despejan terrenos para dar cabida a las huertas de aguacate, al talar robles y pinos que forman una defensa vital en torno a los bosques montañosos donde anidan las mariposas monarca.

 

Aputzio se sitúa en el extremo occidental de la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca, una zona protegida de 54 mil 600 hectáreas donde las mariposas descansan sobre oyameles. La cantidad de mariposas ha mermado drásticamente en años recientes, al tiempo que el algodoncillo se redujo en Estados Unidos y la deforestación afectó su hábitat mexicano. Cada año, los ambientalistas contienen el aliento para ver cuántas llegan a la Reserva.

 

Omar Vidal, director general del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) en México, dijo que conservar el santuario invernal de la mariposa monarca era “fundamental para la supervivencia de la migración”. Dijo que la deforestación “tiene que reducirse a cero”.

 

Sin embargo, los estadounidenses consumieron una cifra récord de 3 kilos de aguacate per cápita en el 2015, el doble del 2008, de acuerdo con el Departamento de Agricultura de EU. Casi el 80 por ciento de esos aguacates provino de Michoacán, el único estado mexicano autorizado a exportar dicha fruta a EU. Michoacán duplicó sus exportaciones de aguacate durante los últimos siete años, a casi 700 mil toneladas, con un valor de aproximadamente 1.5 mil millones de dólares.

 

Entre 1974 y el 2011, alrededor de 44 mil 500 hectáreas de bosque por toda la zona montañosa de la región central de Michoacán fueron convertidas en huertas de aguacate, de acuerdo con un estudio. Y la deforestación se acelera, dijeron expertos.

 

Ahora, productores de otras zonas compran terrenos. David Romero Hernández, un agricultor de Zicata de Morelos, dijo que su huerta de aguacates había estado cubierta de roble y pino. Pero el dueño taló los árboles hace un año y se la vendió.

 

Los esfuerzos para combatir la deforestación en la Reserva se centran en el lugar donde se establece la mariposa.

 

Pero los árboles en el anillo exterior del santuario juegan un papel importante, dijo el biólogo Manuel Sarmiento. Por ejemplo, los árboles enfrían el aire de las cálidas llanuras occidentales de Michoacán al tiempo que éste asciende hacia los bosques de oyameles en la región central. Si la temperatura al centro de la Reserva aumentara, el oyamel podría verse afectado y, por lo tanto, también las mariposas, dijo.

 

En el poblado, residentes dijeron que los trabajadores ganan casi 7.50 dólares al día por cuidar las huertas, y el doble durante la cosecha. Un residente puede vender una hectárea a un productor de aguacate en casi 10 mil 625 dólares —mucho más de lo que típicamente vendería en un año.

 

“La gente tiene más dinero para gastar y eso nos levanta a todos”, dijo Fernando Bernal, un carnicero. Pero al igual que a otros, le preocupa el suministro de agua de Aputzio, proveniente de manantiales alimentados por las colinas al oriente del poblado.

 

Los pinos y robles ayudan a que el agua se filtre a través de la tierra hacia el manantial. Pero el aguacate tiene raíces poco profundas y consume mucha de esa agua.

 

A Édgar González Godoy, director en México de Rainforest Alliance, un grupo con sede en Nueva York, le preocupa que el atractivo del aguacate aumente todavía más si México tiene éxito en abrir nuevos mercados.

 

“Sólo imaginen lo que pasaría si los chinos comenzaran a comer aguacate”, dijo.

 

POR VICTORIA BURNETT / NEW YORK TIMES / GRUPO REFORMA

 

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