Día Mundial contra el Cáncer
Con el término genérico de cáncer se designa un amplio grupo de enfermedades que pueden afectar a cualquier parte del organismo. Otras denominaciones utilizadas son “tumores malignos” o “neoplasias malignas”.
El 4 de febrero es el Día Mundial contra el Cáncer. El lema para este año, en todos los países, es “Nosotros podemos. Yo puedo”, que hace hincapié en la importancia del ánimo con el que se encara el trance de la enfermedad, que puede marcar la diferencia a la hora de la recuperación.
En este marco el Ministerio de Salud Pública recomienda a la población adoptar estilos de vida saludables, evitando el consumo de tabaco y alcohol, la exposición al sol sin protección, la alimentación malsana, el sobrepeso, la obesidad y la inactividad física.
Con el término genérico de cáncer se designa un amplio grupo de enfermedades que pueden afectar a cualquier parte del organismo. Otras denominaciones utilizadas son “tumores malignos” o “neoplasias malignas”.
Un tumor canceroso puede aparecer en cualquier parte del cuerpo y provocar metástasis, que es la rápida multiplicación de células anormales que invaden otros órganos. A nivel mundial, los principales tipos de cáncer son el pulmonar, hepático, gástrico, colorrectal, mamario, cervicouterino, de piel, esófago y boca.
Algunos cánceres pueden curarse mediante cirugía, radioterapia o quimioterapia, sobre todo si se los detecta en una fase temprana y se los trata adecuadamente, pero lo más importante es la prevención, prestando atención a los factores de riesgo conductuales y dietéticos.
El 30% de las muertes por cáncer está relacionado con el consumo de tabaco y alcohol, el sobrepeso y la obesidad, la falta de actividad física y la escasa ingesta de frutas y verduras. Otros factores que inciden en el desarrollo de la enfermedad son la exposición a los rayos ultravioleta (radiación solar), las infecciones víricas, como las causadas por los virus de la hepatitis B y C, del papiloma humano (VPH) y de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Una persona puede tener predisposición genética al cáncer, a lo que se suma la acción de agentes externos como las radiaciones ultravioletas, el humo de tabaco, agua o alimentos contaminados, virus, bacterias o parásitos. La incidencia de la enfermedad aumenta con la edad, probablemente por la acumulación de factores de riesgo, combinada con la menor eficacia de los mecanismos de reparación celular.
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