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Pelotero del pueblo

Enrique Medina Limón le ha dedicado su vida al beisbol de El Salto
Pelotero del pueblo

El 2 de enero de 1937 nacía en El Salto Enrique Medina Limón “El Memín” 82 años de edad y aún se mantiene activo en el llamado “Rey de los deportes” sus anécdotas de antaño son interminables y su lucidez para recordar nombres y fechas son impresionantes.

Penúltimo de 9 hijos nacidos todos en El Salto, bautizado y confirmado en el Templo de La Madre Admirable en la cabecera municipal y que por casi 37 años fue obrero textil de donde se jubiló a los 60 años de edad de la extinta NUNATEX donde inició a laborar en 1959.

Hijo de Gregorio Medina de Tlaquepaque y de Natividad Limón Vizcarra de la ex-hacienda de El Castillo que sin ser novios su papa se la ‘robó’ y se vinieron a vivir a El Salto.

Conoció a su esposa en un partido de béisbol cuando ella tenía apenas 14 años y él 16, con una sonrisa de que denota satisfacción y vagancia me dice que se la ‘robó’ tuvieron una hija que hoy ya tiene 60 años, además adoptaron a la hermana de su esposa desde que tenía 2 meses de nacida, pero la ve como si fuera una hija, la vida le ha dado 14 nietos y un bisnieto, hombre enamorado del béisbol al cual le ha dedicado 68 de sus 82 años de vida siempre en El Salto por lo cual podemos decir que “El Memín” es toda una figura de este deporte.

Memín se pasea por el campo que lleva su nombre y con voz entrecortada dice “¡Ha caramba! se me enchina el cuero … yo nunca pensaba que le iban a poner esto” y cuando le pregunto ¿que sintió el primer día que entro al campo en el que ha jugado toda su vida pero que ahora lleva tu nombre? Responde, “No se que decir, siento una emoción, una satisfacción porque a veces yo digo ¿lo merezco? cuando vi ese letrero se me enchinó el cuero, no se, lo veo y no lo creo”.

En una tarde se despide de su esposa “Ya me voy” le dice, se encamina con paso apresurado hacia el entrenamiento, el camino la gente lo saluda y lo llama por su apodo, pasa de lado frente al letrero del campo que tiene lleva su nombre “Campo de béisbol ‘Enrique Medina Limón’ El Memín” lo mira de reojo mientras esboza un sonrisa imagino que en su mente piensa ¡Ese soy yo!.

El amor por el beis le nació viendo los partidos, inició recogiendo pelotas, después lo pusieron a pasarlas y posteriormente de pitcher, de ahí paso de banca y solo lo metían de emergente siendo su primera posición la segunda base, pero poco a poco se ganó la confianza del equipo para entonces Alfredo Hernández y Pedro Solórzano, dueño y manager respectivamente, le dieron la confianza en el cuadro titular cuando contaba apenas con 16 años de edad.

“Ya a la edad de 18 años me llamaron a jugar un juego de estrellas y en 1965 fui seleccionado para ir a jugar a Puebla en un campeonato nacional de donde ganamos el tercer lugar” comenta con orgullo.

Me cuenta que el béisbol en El Salto lo inició Alfredo Hernández antes de que Memín naciera con un equipo amateur con obreros de la Fábrica Textil y en 1965 nace el equipo llamado ‘sección I’, que en su mayoría eran jugadores mayores quienes enseñaron a los mas jóvenes.

Memín sigue narrando que cuando la fábrica textil se declaró en quiebra cambiaron el nombre del equipo a “El Salto”, posteriormente la ahora extinta Euzkadi formó un equipo llamado “Los Llanteros” en ese entonces inició con la primera escuela de béisbol donde daba clases a niños entre 10 y 15.

Pero cuando le pregunto ¿cómo se hicieron de un espacio para jugar al béisbol en un municipio lleno de tradición futbolera? A lo cual responde “Allá por los años 30’s Alfredo Hernández y Ramón Solórzano acudieron al ejido de Juanacatlán quienes donaron tierras donde hoy es el campo de El Atlético, El Corona, El Azteca y el campo actual de béisbol exclusivo para deportes con la consigna que si un día ya no hubiera deporte nos lo quitarían”.

Nos cuenta que las mayores glorias del béisbol en El Salto fueron con sus fundadores, con Alfredo Hernández quien fue el presidente de la Sección I, José Avilés, Solórzano, y Juan García “El Tecotín”.

Pero lo más emotivo para él jugando al béisbol fue en el campo Hernández Loza en Tlaquepaque contra el equipo ‘Arandas’, donde jugaron a ida y vuelta siendo el primer juego en El Salto y ya para el segundo partido le aguaron la fiesta al equipo anfitrión al vencerlos y salir campeones “recuerdo que los dejamos con todo y festejo, los del festejo fuimos nosotros” menciona que los de El Salto no llevaban sidra pero festejaron con refresco, todo esto fue en el año de 1975.

Siendo El Salto un pueblo futbolero Memín tiene una gran afición por el béisbol y cuando le pregunto ¿porque béisbol y no el futbol? me contesta que a principios de los años 50’s los dos deportes tenían mucha afición e inclusive El Atlante y Río Grande crearon clubes de béisbol, pero nunca pudieron igualar a la sección I a la que perteneció Memín con el tiempo esos equipos desaparecieron, pero su equipo siempre prevaleció.

Memín reparte su amor entre su esposa y el béisbol “Doy gracias a dios porque tengo a mi esposa, por los 82 años que tengo y la salud que me ha dado y por que mi brazo no me duele y todavía tiro recio y corro … y aquí ando todavía dando guerra en el béisbol” y continúa “Ahora veo este campo (mientras lo circula con sus brazos con un tono de orgullo y nostalgia al tiempo que se le quiebra la voz) y digo ¡Híjole! me da gusto”, me comenta.

Con emoción me dice “Yo quiero estar en este deporte todos los años que Dios me de licencia, una vez le pedí a Dios que me dejara vivir los años que vivió mi papá, el murió a los 86 y me faltan 5, y si Dios me deja llegar y si los paso pues se lo dejo a mi Dios”

FRASE

"Terminamos nuestra conversación con una frase emotiva “Yo espero que el béisbol no se acabe, si yo ya no estoy que lo sigan los mas jóvenes y que no dejen el deporte, que siga la tradición del béisbol porque a mi edad no se si mañana o pasado termine mi vida, ese es mi anhelo a mis 82 años”

ARTÍCULO CORTESÍA DE ARQUÍMIDES FLORES 

 

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