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Nueve años de impunidad

No se ha hecho justicia en el caso del niño Miguel Ángel López, fallecido en 2008 por intoxicarse con arsénico después de caer a las aguas del Río Santiago
Nueve años de impunidad

A nueve años, en el caso de la muerte del niño Miguel Ángel López no se ha hecho justicia ni se han deslindado responsabilidades.

 

El 13 de febrero del 2008, el menor de apenas ocho años falleció unos días después de caer a las aguas altamente contaminadas del Río Santiago cuando jugaba con sus amigos en el Fraccionamiento La Azucena.

 

La causa de la muerte oficial fue una falla orgánica múltiple debido a una severa intoxicación con arsénico.

 

El hecho atrajo la atención nacional e internacional, impulsó movilizaciones y manifestaciones. La muerte de Miguel Ángel se volvió un símbolo de la degradación ambiental del Río Santiago y los riesgos para la población.

 

Familiares del niño, ambientalistas y otros organismos interpusieron denuncias a diversas instituciones y servidores públicos…pero a nueve años de la muerte, no se deslindaron responsabilidades y el Río Santiago continúa con su grave contaminación que pone en riesgo a los habitantes.

 

Raúl Muñoz Delgadillo, dirigente del Comité Ciudadano de Defensa Ambiental de El Salto, siguió muy de cerca la historia del niño Miguel Ángel.

 

“A la familia ahora que entró como Gobernador Aristóteles, se les dio una indemnización con la condición de que ya ‘le bajaran’ al asunto y dejaran de acusar al Estado, hubo una indemnización de entre 200 y 350 mil pesos que le dio el Gobierno del Estado”, asegura Muñoz Delgadillo.


La Cascada buscó una entrevista con la familia, pero no se obtuvo respuesta.

 

“Hasta ahora, a nueve años, no se ha castigado a nadie, a ningún servidor público, a ninguna empresa. No hay culpables en este lamentable caso, donde por la grave contaminación un niño murió y siguen muriendo personas, pero más lentamente. Curiosamente, el padre de Miguel Ángel sufre insuficiencia renal, muy probablemente a causa de la contaminación y ya no puede trabajar”, cuenta.

 

Después de la muerte del niño, la CNDH (Comisión Nacional de Derechos Humanos) afirmó que vivir cerca del Río Santiago constituye un riesgo para la salud y vida de las personas por la contaminación de metales pesados, y que la Conagua viola los derechos a la salud y a la conservación de un medio ambiente sano.

 

Además de la muerte de Miguel Ángel, los habitantes de El Salto y Juanacatlán afirman que hay cientos de muertos por la contaminación del Río Santiago, además de sufrir enfermedades como insuficiencia renal, leucemia y cáncer de páncreas.

 

Si viviera, Miguel Ángel estaría cumpliendo 17 años…su muerte puso provocó la atención nacional e internacional sobre la grave contaminación del Río Santiago, pero el problema está lejos de resolverse y los habitantes de la zona continúan en riesgo constante.