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La silla vacía: un espacio de amor y esperanza

La silla vacía: un espacio de amor y esperanza

VOZ DE ESPERANZA

Hay fechas que marcan el calendario con silencios profundos, donde el eco de una silla vacía nos susurra la ausencia de quienes amamos. Es en esos momentos cuando el corazón se tambalea y más probable cuando no hubo ese duelo favorable ante una perdida y entre el dolor de lo perdido y la fuerza de lo que aún nos queda. Pero, aunque la ausencia pesa, la vida continúa recordándonos que todavía hay caminos por recorrer, sueños por construir y amor por compartir.

La silla vacía no es solo un símbolo de pérdida, sino también de amor eterno, de memorias que nos sostienen y nos invitan a avanzar. Es el recordatorio de que, aunque falte alguien en la mesa, la esencia de esa persona vive en nosotros en lo mas profundo de nuestro corazon. En cada acto de bondad, en cada sonrisa ofrecida, llevamos con nosotros su legado, honrando la vida que compartimos.

La adversidad puede hacernos sentir frágiles, pero también nos revela una fuerza que desconocíamos. Porque no estamos solos: la fe, la resiliencia y la esperanza se convierten en nuestras compañeras de viaje. Cada amanecer es una nueva oportunidad para sanar, para agradecer lo que permanece y para reconocer que la vida, aunque imperfecta, sigue siendo un regalo invaluable.

Caminar el sendero de la vida no es fácil, pero es posible. Cada paso, por pequeño que parezca, nos lleva hacia un horizonte nuevo. Sigamos adelante con la certeza de que aún en medio de la tormenta, hay luz. Dejemos que el amor de aquellos que partieron sea nuestra guía y recordemos que nuestra historia, llena de pruebas y victorias, puede inspirar a otros a levantarse.

Hoy, más que nunca, celebremos la vida. Agradezcamos el aire que respiramos, los abrazos que aún podemos dar con los que están cerca y las palabras que podemos ofrecer esas acciones respaldadas por el amor que podamos ofrecer. Mientras el corazón lata, hay esperanza. Y mientras haya esperanza, hay un motivo para seguir.

Porque incluso en las sillas vacías, florece el amor y nace la fuerza para continuar.


Con cariño de la escritora 

Leonor Ramírez orozco

Sobre la autora:

Leonor Ramírez Orozco 

Casada, 6 hijos 8 nietos.

Lic. En homeopatía, tanatóloga, mentora en empoderamiento y liderazgo con PNL desde la esencia. Conferencista escritora Bestseller de dos obras, coautora de la tercer antología de mujeres brillantes .

*Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de La Cascada*

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