Higiene bucal, importante para evitar enfermedades

La limpieza dental no sólo es importante para mantener unos dientes sanos y evitar las enfermedades periodontales, también lo es para evitar las graves consecuencias  en la salud como el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, respiratorias o incluso diabetes.

La limpieza dental ayuda a evitar que las bacterias se acumulen en la boca, lo que puede causar una inflamación que se extienda hacia el torrente circulatorio y provocar el engrosamiento de las arterias, aumentando a su vez el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Estas bacterias, que se concentran en la garganta superior, también pueden afectar a los pulmones y reducir las defensas contra la neumonía, la bronquitis aguda o las infecciones del tracto respiratorio. Además, una higiene dental deficiente duplica las probabilidades de padecer diabetes tipo 2, según un estudio de la Universidad de Columbia en Estados Unidos.

Por ello, visitar al dentista para una limpieza dental es de vital importancia para mantenerse sano y la mejor manera de prevenir las caries, las infecciones y los problemas de encías antes de que sea tarde y provoquen la pérdida de algún diente. Lo recomendable es realizarse una limpieza dental al menos una vez al año para asegurarse de que la acumulación de sarro no pase factura.

En muchos casos, cepillarse los dientes no basta para deshacerse de la placa que se acumula sobre ellos y principal causa de la caries. Esta placa corroe el esmalte y favorece el desarrollo de enfermedades periodontales, por lo que una limpieza dental es el complemento ideal del cepillado para eliminarla eficazmente y asegurar la salud bucal.

La limpieza dental también tiene grandes beneficios estéticos, ayudando a recuperar una sonrisa brillante al deshacerse de las manchas provocadas por el café, el té, el vino o el tabaco.

Mitos y realidades

-Las caries o enfermedades en boca no generan proble­mas gastrointestinales.
- Las bacterias de la boca que pasan al estómago desaparecen por la ac­ción de los jugos gástri­cos.
- La falta de dientes no está asociada a un pro­blema de nutrición.
- Una persona diabética es más sus­ceptible a una infección y su avance es más rápido.
- El esmalte que recubre al diente es la estructura más dura de nuestro organismo.
- El mercurio y demás meta­les que contienen las amal­gamas no provocan daño alguno al organismo.

Recomendaciones

- Cepillarse los dientes dos o tres veces al día, sobre todo en la noche
- Utilizar hilo dental
- Cuidar el tipo de alimentos que se consumen, no comer cosas duras y evitar morder objetos
- Usar pastillas reveladoras que reflejan áreas con bacterias
- Usar enjuagues bucales como auxiliares recomendados por los odontólogos
- Visitar mínimo una vez al año al dentist