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Gestión integral y sustentable del agua en Jalisco

Comunicado del ITESO sobre la gestión integral y sustentable del agua en Jalisco
Gestión integral y sustentable del agua en Jalisco

Comunicado del ITESO sobre la gestión integral y sustentable del agua en Jalisco

La administración del agua, por medio de convenios, concesiones, asignaciones o proyectos hidráulicos, no puede quedarse solamente en un asunto de ingeniería especializada, datos y cálculos hidrológicos.

La gestión actual del agua atraviesa por una crisis. El aumento de demandas de agua, la tendencia hacia la escasez, y el deterioro de ríos, lagos y acuíferos, aunado a la incertidumbre respecto al cambio climático, convierten a este bien natural en un recurso que se disputa entre regiones y sectores sociales desde la escala local hasta la global. En este contexto se agravan los conflictos por el agua, los desastres hidrometeorológicos y los impactos por las sequías. Se trata de una crisis general de la forma en que las sociedades se han relacionado con el agua y que desafía, prácticamente, toda la experiencia previa acumulada.

La transformación climática ha causado variaciones inusuales en el ciclo hidrológico que interpelan tanto al conocimiento como a las aplicaciones tecnológicas y las infraestructuras instaladas en el pasado, pues el entorno en el que fueron desarrolladas ya no es el mismo.

Urge un cambio de paradigma en los modelos de gestión del agua, en el cual se respete, de manera irrestricta, el derecho al agua como condición para la vida humana y planetaria, y se vuelvan sustentables los medios que le dan soporte.

 Abordaje integral, resiliente y de largo aliento

 En México la administración del agua, por medio de convenios, concesiones, asignaciones o proyectos hidráulicos, no puede quedarse solamente en un asunto de ingeniería especializada, datos y cálculos hidrológicos.

Una gestión integral y sustentable del agua se construye incorporando la complejidad de las dimensiones territorial, sociopolítica, jurídica, ambiental, técnica y económica, a fin de garantizar a corto y largo plazo que el uso estratégico del agua superficial, subterránea y atmosférica no amenace los medios de subsistencia, ni incurra en violentar las instituciones y los derechos de la sociedad.

Además, las buenas prácticas indican que los proyectos hidráulicos deben ser plenamente socializados y auditables, erradicando toda práctica de simulación. Para ello las presas, los acueductos, plantas tratadoras y sistemas de distribución, así como toda la operación de los servicios de agua deben mantenerse públicos, en manos de un Estado con vocación social y en fuerte relación con las comunidades a fin de que se contribuya principalmente al bien común y no a la acumulación de la ganancia particular.

Sin esta condición pública, que implica el cuidado de lo común, se obstruye la posibilidad de cooperación y construcción colectiva de alternativas para una gestión sustentable del agua.

Del modelo de incremento de la oferta al cuidado de las fuentes y la reducción del consum

Desde el ITESO proponemos las siguientes acciones alternativas para garantizar un uso sustentable del agua en la región alteña y el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG):

  •   El cuidado y la recuperación ecológica de las fuentes que integran todo el sistema de abastecimiento. El lago de Chapala debe ser manejado como un lago vivo y no como una represa o cloaca urbana, industrial y agrícola; este cuerpo lacustre podría garantizar, bajo un manejo sustentable, agua sostenida para el AMG como sustituto de la intensiva política de presas. Es necesario el saneamiento responsable del río Lerma, el Verde, todos sus tributarios y los afluentes de los que se extrae agua.
  •  Una política de recarga del agua subterránea aprovechando los diversos tipos de suelo existentes, desde los altamente absorbentes, ubicados principalmente en el valle de Tesistán, hasta aquellos que requieren un manejo inteligente de sus fracturas en las que se reserva agua, comenzando por dejar de impermeabilizarlos por medio de la carpeta asfáltica. Se necesita innovar en las tecnologías para una recarga que garantice la viabilidad para las próximas generaciones.
  •  Es indispensable robustecer la resiliencia ante todos los efectos que traerá el cambio climático, se requiere avanzar de forma colaborativa y articulada con conocimiento interdisciplinario dispuesto para resolver problemas concretos de la gestión del agua y con una actuación interinstitucional e intersectorial.
  • Establecer tarifas justas y comprensivas con los hogares de menores recursos, que incorporen los costos totales del agua, tanto administrativos como como ambientales; que sostengan proyectos de infraestructura bien monitoreados y perdurables, así como la incorporación de tarifas de crisis y periodos especiales relacionados con la escasez.
  • Controlar las fugas de agua en todos los sistemas físicos de infraestructura subterránea y superficial, tanto en el campo como en las ciudades. Las fugas de agua representan una irresponsabilidad pública, pues implican que toda la energía instalada para la potabilización del agua se pierda por fisuras.
  • Es necesario reducir el consumo per cápita del agua por medio de la promoción del ahorro. El cambio en las prácticas de consumo es tanto cultural como de implementación tecnológica y puede favorecerse con mayores incentivos fiscales para instalar dispositivos que mejoren el manejo de la demanda de agua en hogares, industria, ámbito rural y comunitario.
  • Los sistemas de reutilización del agua son el futuro de las ciudades e incluso del campo. Las plantas tratadoras ecológicas y de bajo consumo de energía, dirigidas a proyectos urbanos, industriales, de agricultura y de ganadería, pueden producir ciclos artificiales humanos ligados con el ciclo natural y generar alternativas basadas en el funcionamiento de la naturaleza.
  • Se deben hacer cada vez más eficientes las tecnologías de riego agrícola y consumo agropecuario. Sabemos que hay muchos esfuerzos que ya se realizan con este fin, pero el escenario cambiante del ciclo hidrológico implica aún más innovación y creatividad en ese sentido. El intercambio de experiencias nacionales e internacionales al respecto debe ser convertido en política pública de primer orden de prioridad, de tal manera que la curva de aprendizaje sea reducida.

Sobre la presa el Zapotillo

La comunidad académica del ITESO, desde hace más de una década, ha difundido en diversos medios y espacios públicos su apuesta de conocimiento por una gestión del agua con el enfoque de cuidado de la vida, que favorezca también la justicia, la paz social y la participación democrática. En este proceso la universidad refrenda su compromiso prioritario de estar cerca de organizaciones sociales y comunidades afectadas; de participar en espacios académicos, institucionales y oficiales, y seguir colaborando con organismos locales, nacionales e internacionales que tienen a la sustentabilidad del agua como eje de reflexión en los diferentes usos y servicios que provee a la sociedad y al ambiente. Por ello, y en congruencia con sus posturas públicas comprometidas con el cuidado de nuestra casa común, el ITESO reafirma, de forma clara y con fundamento en el principio precautorio:

- La exigencia de que se respeten, de forma irrestricta, todos los derechos humanos establecidos en los tratados internacionales firmados por México y los que se establecen en el marco normativo nacional para proteger a las personas, los pueblos, las comunidades y ciudades, quienes pueden ser afectados, directa o indirectamente, por el proyecto hidráulico de la presa El Zapotillo, particularmente las poblaciones de Temacapulín, Acasico y Palmarejo.

- Que la cortina de la presa El Zapotillo no suba más allá de los 80 metros de altura que ya tiene, y que no se dé paso al trasvase por medio de un acueducto a la ciudad de León, Guanajuato, en tanto sigan existiendo dudas serias en torno al agua disponible o balance hídrico existente y se incorporen los escenarios de aumento en la temperatura, así como los impactos múltiples derivados del cambio climático que pueden afectar profundamente a la región alteña que muestra tendencia a la sequía. Sin claridad del volumen de agua existente no hay garantía para la sustentabilidad presente y futura de la región de Los Altos de Jalisco.

En el ITESO refrendamos nuestro compromiso con la defensa de los derechos humanos y con la franca disposición a colaborar con los diversos sectores para construir alternativas integrales para una gestión sustentable a largo plazo, teniendo como referente: la regeneración, el cuidado y mantenimiento de los ecosistemas que son fuentes de agua para asegurar su disponibilidad en las cuencas y los acuíferos; la deliberación y toma de decisiones de manera democrática y transparente con la participación de todos los sectores sociales en las decisiones estratégicas de la política hídrica; la distribución equitativa de recursos económicos en los diferentes componentes del ciclo del agua, y la irrestricta observancia del derecho al agua como condición para la vida.