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El ejemplo de Laureles, prende las alarmas en habitantes de Tala

Habitantes del municipio de Tala advierten que no permitirán la instalación de un nuevo vertedero metropolitano que pretende suplir al de Los Laureles, e instalarse en una zona que colinda con, al menos, cuatro centros habitacionales y dos pozos de agua.
El ejemplo de Laureles, prende las alarmas en habitantes de Tala

Habitantes de Tala, se oponen a que en su municipio se construya el nuevo vertedero metropolitano, que sustituiría al de Los Laureles y que se encuentra en proceso de cierre tras documentarse varias irregularidades en su manejo por parte de la empresa Caabsa.

Desde que se enteraron del proyecto el pasado 7 de agosto, vecinos de colonias como Ruiseñores y El Refugio se negaron a la construcción del nuevo vertedero, que estaría a cargo de la misma empresa señalada de incumplir con el manejo del vertedero donde actualmente arrojan sus desechos la mayoría de los municipios del Área Metropolitana de Guadalajara.

Los vecinos temen que este basurero ocasione los mismos problemas ambientales que ha generado el de Los Laureles, donde se han documentando incendios, malos manejos de lixiviados que llegan al cauce del rio Santiago y contaminan mantos freáticos, entre otras irregularidades.

Habitantes del municipio de Tala advierten que no permitirán la instalación de un nuevo vertedero metropolitano que pretende suplir al de Los Laureles, e instalarse en una zona que colinda con, al menos, cuatro centros habitacionales y dos pozos de agua.

Esta postura quedó refrendada por más de 500 personas que salieron desde diversos puntos del municipio para concentrarse en la plaza principal, en un acto de defensa de la salud de sus habitantes y su territorio, como declara Joel Monte, representante del Fraccionamiento Los Ruiseñores.

“No vamos a permitir un vertedero aquí que nos venga a contaminar y hacer desgracias (…) A 500 metros de donde se está haciendo el vertedero hay dos manantiales que alimentan a la gente de agua y se los pedimos: que, si querían, hacíamos un recorrido físico con los medios; no quieren a los medios, no sé a qué le tienen miedo”.

Una de las principales razones de la rotunda oposición de los ciudadanos de Tala para la instalación del relleno sanitario, que prevé recibir por día hasta tres mil toneladas de la basura generada en la Zona Metropolitana de Guadalajara, es que el vertedero sea operado por la empresa Caabsa Eagle, que tiene la concesión de la gestión de residuos y que ha sido señalada en múltiples ocasiones por su deficiente operación del basurero Los Laureles, y su consiguiente afectación por lixiviados y contaminación del agua y aire para los habitantes de El Salto, Juanacatlán y Tonalá. Al respecto, habla Nadia Ávila, integrante de la colectiva Mujeres del Valle.

“Conocemos las historias de muerte, terror y ecocidio en El Salto y Juanacatlán. Nosotros pensamos: ¿Qué puede garantizarnos a nosotros que, por más que quieran traer una nueva manera de verter los residuos, de su confinamiento final, de separarlos y lo que sea, mientras sea operado por Caabsa Eagle qué nos garantiza realmente que nuestro pueblo no va a correr con la misma mala suerte de El Salto y Juanacatlán? Nos oponemos rotundamente”.

Dos días antes de ésta, la segunda movilización de los habitantes de Tala en contra del basurero, que fue bautizado por las autoridades como “Centro Integral de Economía Circular”, a los vecinos los visitaron representantes de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet) y de Caabsa Eagle.

Ellos fueron a presentarles el proyecto, pero no les llevaron información detallada o el estudio de impacto ambiental, por lo que esperan que, en la siguiente visita, programada para el viernes próximo, acudan con datos precisos y el informe completo de daños ambientales. Sin embargo, advierten que, aunque los escucharán, no pretenden cambiar de postura y aceptar este relleno sanitario en su comunidad. Y para muestra, las dos quejas colectivas que ya se presentaron ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ).

El plan es instalar el nuevo vertedero en una superficie de 38.5 hectáreas de zona ejidal y operar al menos durante los próximos cinco años, que es el periodo que ha sido definido como su tiempo de vida útil.


Con información de El Universal y Canal 44