Cascada Noticias - Un medio con identidad
United Languages

Cascada de nostalgia

Con motivo del Día del Adulto Mayor que se celebró el 28 de agosto, entrevistamos a algunos abuelos de El Salto y Juanacatlán: nadie como ellos para sentir, recordar, calificar y entristecerse por su paraíso perdido
Cascada de nostalgia

Cuando Jesús Martínez pinta un cuadro de la cascada de El Salto de Juanacatlán, siente como si le regresara la vida a ese río que tanto disfrutó.

 

A sus 81 años, el “Güero” vivió los mejores años de la caída de agua del “Niágara Mexicano” y también fue testigo de su deterioro. Un mal día de hace más de 40 años, despertó con la noticia de la mortandad de miles de peces; después de eso, la cascada ya no volvió a ser lo mismo y en la actualidad su agua es una de las más contaminadas de México.

 

Jesús Martínez, panadero de oficio, se califica como un pintor amateur que aprendió con la práctica. Su pasión es pintar paisajes y uno de ellos es la “difunta” cascada de El Salto de Juanacatlán.

 

“Era una cosa divina, era famosa hasta en otros países. Había unas carpas enormes y venían muchos turistas, estaba un hotel. Era una atracción bonita, un milagro de la naturaleza, era una sábana blanca, toda bonita y ahora pasas y te da tristeza, es una cosa terrible, es un veneno lo que tenemos”, expresó el “Güero” quien tiene 10 hijos y 30 nietos.

 

“Pintar la cascada me gusta mucho, es como volver a querer renacerla, aunque sea en pintura. Pintar la cascada siente uno bonito, de volver a ver cómo estaba en su apogeo".

 

Para las nuevas generaciones es difícil entender lo que significó la cascada para las poblaciones de El Salto y Juanacatlán, los nacidos después de la 80’s no disfrutaron de ese atractivo natural y sólo conocen a su río contaminado.

 

Con motivo del Día del Adulto Mayor que se celebró el 28 de agosto, el periódico La Cascada entrevistó a algunos abuelos de El Salto y Juanacatlán: nadie como ellos para sentir, recordar, calificar y entristecerse por su paraíso perdido.

 

En la mayoría de las casas de esos "viejitos", lucen en las paredes fotografías de la caída de agua, como una señal de luto permanente, nostalgia y el no querer dejar ir a ese ser amado.

 

JESÚS MARTÍNEZ

 

PUBLICIDAD

 

 

 

BERTHA ALONSO

“Tengo muchos años viviendo en La Haciendita, antes era un orgullo porque teníamos la brisa de la cascada, que era una belleza que ahorita ya se acabó todo eso. Ahora hay muchas enfermedades y nosotros quisiéramos que todo eso mejorara, no para uno sino para nuestros niños que van a representar el futuro de México”.

“Era una belleza, orgullo y un centro turístico porque venían a El Salto muchos extranjeros”.

 

 

FROILÁN GUTIÉRREZ

“Siempre estaba muy llena de agua la cascada, no como está ahorita. Me acuerdo que una vez le di un paseo en lancha a un sacerdote y me dijo ‘que bonito río está’ y hasta probó el agua“.

“Ahora me parece muy triste verla así, yo tenía una huerta cerca de ahí y sacaba fruta y ahí me la pasaba”. “Me gustaría que se volviera a llenar como estaba, pero el agua está muy cochina, me da tristeza verla así”.

 

 

ERNESTO SIGALA

“Al pasar el puente tenías que ir muy rápido porque te bañaba de mucha brisa, esa agua era muy sabrosa, llenaba mucho, teníamos sed y sólo íbamos a tomar de ahí".

“Me acuerdo muy bien, fue como 1975, echamos de ver porque íbamos a pescar y los pecados sabían a petróleo y empezaban a salir muertos”.

“Me da tristeza de ver cómo estaba antes nuestro río y cómo está ahora es mucha tristeza, la verdad”.

 

 

ALICIA ALONSO

“Siempre tuvimos un ambiente muy bonito desde El Tajito, corría el agua y no necesitábamos de nada porque aquí estaba todo. De muchas partes venían extranjeros a ver la cascada y ahora pura contaminación, está el zancudero”.

“Ojalá Dios nos preste vida, aunque sea así viejitas, de ver nuestro pueblo como era antes, sin cáncer”